«En Psicoxarxa damos acceso a la atención psicológica a personas en situación de vulnerabilidad»

Como psicóloga clínica autónoma, cada día es diferente porque desarrollo mi profesión en diversos proyectos. Me muevo por la ciudad y encuentro momentos para mí, para hacer un descanso. Tenemos un trabajo duro, a veces difícil por la implicación emocional que supone atender a personas especialmente vulnerables, como los niños, las personas sin recursos o las personas mayores, pero los años de experiencia profesional me permiten tomar esa distancia necesaria para dar lo mejor de mí.

En Psicoxarxa Solidària colaboran de manera altruista aproximadamente un centenar de profesionales del ámbito de la psicología desde diferentes orientaciones profesionales y con diversas metodologías. Todos los que estamos implicados tenemos un mínimo de cinco años de experiencia profesional. Como coordinadora del equipo admisiones y derivaciones doy seguimiento a las peticiones que nos llegan de personas que cumplen ciertos criterios de vulnerabilidad o exclusión social. Las personas pueden solicitar la atención vía web o nos llegan a través de entidades sociales. Hay mucha necesidad de atención psicológica en estos colectivos vulnerables. Cuando me llega un caso, realizamos una primera entrevista para ver si se cumplen los criterios y decidir cuál es el mejor recurso para esa persona. Os cuento más sobre esta labor en este vídeo.

Me voy al La Masia de la Guineueta (Associació de Lleure) para moderar un Grupo de soporte emocional, una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Barcelona en Nou Barris, dentro del plan de choque de salud mental para abordar el sufrimiento psicológico derivado del COVID-19. Esta es una de las actividades más gratificantes, siento que hemos logrado dar a estas personas su propia red de apoyo, un lugar donde sentirse escuchadas y compartir. Tenemos un grupo bastante estable de personas, en su mayoría mujeres mayores atravesando algún duelo. Personas que, con la pandemia, han perdido a seres queridos, empleo u otras redes de contacto social que les repercute en su calidad de vida.

En la Fundació Ferran Angulo, por las tardes, realizo visitas a niños, adolescentes y adultos dedicando el tiempo necesario a cada uno de ellos. Con la pandemia he notado un aumento considerable de consultas, hay mucha demanda. Gracias al programa social de la entidad, también visitamos a chicos y chicas con pocos recursos o que están en centros de acogida y a quienes ayudamos a gestionar emocionalmente su situación.

En la Associació Catalana per a la Infància Maltractada (ACIM) colaboro en proyectos subvencionados por el Ayuntamiento de Barcelona  como campañas de prevención al maltrato infantojuvenil y en la elaboración de recursos preventivos y formativos, por ejemplo, para los profesionales del ámbito de deporte escolar y las actividades extraescolares. También realizamos iniciativas participativas dirigidas a menores en los entornos naturales de los niños y niñas, por ejemplo promoviendo el conocimiento de la señal de ayuda (a través de TIK TOK) que todos deberíamos conocer. Es básico sensibilizar a la población en identificar las señales de alarma para detectar situaciones de maltrato, conocer los protocolos internos que deben ponerse en marcha y saber cómo actuar.