El abordaje de la salud mental en los medios de comunicación

Los medios de comunicación y la profesión del periodismo se rigen por códigos deontológicos cuya finalidad es garantizar la responsabilidad ética ante la sociedad a la que informan. Se trata de principios muy básicos, como los que recoge el Código Europeo de Deontología del Periodismo, entre los que está diferenciar la narración de hechos objetivos de lo que es emitir una opinión, que implica pensamientos, ideas, creencias o juicios de valor por parte de los medios o de sus periodistas. También se contempla aspectos como el derecho de las personas a su propia vida íntima o la «obligación moral de defender los valores de la democracia, el respeto a la dignidad humana, la solución de los problemas a través de métodos pacíficos y de tolerancia, y en consecuencia oponerse a la violencia y al lenguaje del odio y del enfrentamiento, rechazando toda discriminación por razón de cultura, sexo o religión».

En un entorno en el malestar emocional y los problemas de salud mental han ganado relevancia en las agendas de los medios de comunicación a raíz de los efectos de la pandemia de la COVID-19, es más importante que nunca que los medios de comunicación hagan el esfuerzo de revisar el lenguaje y las imágenes que utilizan para informar sobre hechos e historias. Con este objetivo, Obertament acaba de lanzar la actualización de su Guía de Estilo para Medios de Comunicación (disponible en catalán), una herramienta que quiere facilitar a los periodistas y el resto de profesionales ligados a los medios de comunicación la creación de contenido ético y responsable sobre la salud mental.

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Obertament trabaja, de hecho, de forma específica con los medios de comunicación facilitando herramientas y formación, por el gran impacto que tienen sobre la sociedad y el imaginario colectivo, como un elemento que perpetúa estereotipos y prejuicios que estigmatizan a las personas con problemas de salud mental.

Las novedades de esta edición

La guía recoge las pautas ya presentadas en la anterior edición, pero se añaden nuevos temas sobre las que se ha detectado más interés o más presencia en los medios de comunicación. Unos temas que se han consensuado en colaboración con personas con experiencia propia en salud mental y con periodistas.

Así, los nuevos temas sobre los que se ha profundizado son:

• Recomendaciones y herramientas para abordar el suicidio y las autolesiones en los medios de comunicación, con consejos sobre el uso de imágenes e información contrastada sobre mitos y realidades en torno al suicidio.
• Se pone el foco en la interseccionalidad y salud mental. La salud mental afecta de forma diferenciada en función de otros muchos rasgos de identidad de las personas. Todas estas características como la identidad de género, la etnicidad, la orientación sexual o la edad afectan a cómo se percibe la salud mental de una persona y, por tanto, hay que tenerlas en cuenta a la hora de comunicar.
• Indicaciones específicas para los diagnósticos que han despertado mayor interés en los medios de comunicación, como los trastornos psicóticos o los trastornos de la conducta alimentaria.
• Pautas sobre el uso de imágenes y piezas de audio y vídeo en la elaboración de noticias. Obertament destaca la relevancia de este campo con la llegada de la inteligencia artificial, ya que las imágenes que las IA generan en torno a salud mental siguen siendo de carácter estigmatizador. Puesto que la IA aprende de las imágenes que se utilizan en este contexto, cuanto mejor lo hagamos, mejor entenderá qué recursos gráficos no son estigmatizantes.
• Se amplía la información referente a la creación de historias en torno a la salud mental en ficción con algunos consejos tanto para el diseño de personajes como para la creación de arcos narrativos respetuosos con la salud mental.

La guía ofrece un recorrido práctico sobre los errores frecuentes en los medios de comunicación, los mitos sobre salud mental, el lenguaje y las imágenes, y algunas recomendaciones para secciones concretas, como las de deportes, ciencias o prensa del corazón, que utilizan de forma frecuente metáforas que estigmatizan o banalizan los trastornos de salud mental. Obertament hace especial hincapié en la importancia de hablar de la salud mental desde la primera persona, poniendo menos peso en las cifras (que deshumanizan y no aportan mensajes esperanzadores sobre la recuperación) y más en las personas y sus historias cuando quieren ser compartidas. En este sentido, la guía aporta recomendaciones sobre cómo abordar estos testimonios y consejos de buena praxis.