La autoregulación emocional en los trastornos psicóticos
La autorregulación emocional es la capacidad de una persona para reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones de manera efectiva. Implica la habilidad de controlar las respuestas emocionales a situaciones y eventos, así como la capacidad de adaptar esas respuestas para lograr un equilibrio emocional saludable. La autorregulación emocional es esencial para el bienestar psicológico y la salud mental, y puede tener un impacto significativo en las relaciones interpersonales y en la calidad de vida en general.
Los trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, se caracterizan por síntomas como las alucinaciones, los delirios y el pensamiento desorganizado, que pueden dificultar la regulación de las emociones. Trabajar la autoregulación emocional contribuirá al bienestar de la persona con psicosis y le ayudará a desarrollarse mejor en todos los ámbitos de su vida.
¿Por qué es importante tener una buena regulación emocional?
En los trastornos psicóticos, tener una buena regulación emocional puede contribuir en la mejora de aspectos importantes para la persona, como:
- El bienestar emocional. Facilita el manejo de emociones difíciles o desafiantes, como la tristeza, la ira, el miedo, la impulsividad o la ansiedad, entre otras, síntomas propios de los trastornos psicóticos.
- La toma de decisiones. Mejora la capacidad de tomar decisiones informadas y racionales. Cuando estás emocionalmente equilibrado, puedes tomar decisiones más claras y basadas en la lógica, en lugar de reaccionar impulsivamente. En los trastornos psicóticos, en ocasiones, se dan sesgos cognitivos (patrones de pensamientos automáticos que pueden llevar a la toma de decisiones inexactas o irracionales), como, por ejemplo, llegar a conclusiones demasiado rápido o el pensamiento dicotómico (ver las cosas en términos extremos o absolutos, sin reconocer matices ni considerar opciones intermedias). Una buena regulación emocional puede ayudar a controlar estos sesgos y a tomar decisiones más meditadas y razonadas.
- La gestión del estrés. Te permite enfrentar situaciones estresantes de manera más calmada y efectiva. El estrés es un factor de riesgo para la aparición de un trastorno psicótico y también aumenta el riesgo de las recaídas. Una buena regulación emocional reduce el estrés y puede llegar a evitar una recaída o el aumento o descontrol de los síntomas.
- La mejora de las relaciones. La capacidad de regular las emociones es fundamental para mantener relaciones interpersonales saludables. Te ayuda a comunicarte de manera efectiva, a manejar conflictos de manera constructiva y a entender y empatizar con las emociones de los demás. En los trastornos psicóticos, los síntomas negativos son muy frecuentes y ocasionan una disminución o pérdida de funciones e interés respecto a las relaciones sociales. Esto genera que las relaciones puedan disminuir o sean más pobres. Una buena regulación emocional será clave para volver a establecer relaciones saludables.
- La autoestima y la autoimagen. Cuando puedes manejar tus emociones, es más probable que te sientas seguro y positivo acerca de ti mismo, lo que puede mejorar tu autoestima. Después de un episodio psicótico, muchas veces, la recuperación es lenta y se puede ver afectada la autoestima y la autoimagen. Un trabajo de la regulación emocional puede ayudarte a llevar mejor todo el proceso y a prevenir una disminución de la autoestima y la autoimagen.
- La adaptación al cambio. Permite lidiar con cambios, desafíos y situaciones nuevas de manera más efectiva, lo que es importante para el crecimiento personal y la resiliencia (capacidad de una persona para adaptarse, recuperarse y enfrentar situaciones adversas, cambios o traumas de manera efectiva y mantener un funcionamiento psicológico y emocional saludable). Después de un trastorno psicótico, hay un cambio importante en tu vida, probablemente tendrás que cambiar rutinas, cambiar hábitos, enfrentarte a nuevas dificultades…, así que una buena regulación emocional facilitará que puedas adaptarte mejor a todos ellos.
- El rendimiento laboral y académico. Ayuda a mantener la concentración, la motivación y la eficiencia en situaciones de trabajo y estudio. Las personas con un trastorno psicótico, después de un tiempo de recuperación, intentan seguir con su rutina, ya sea trabajando o estudiando, pero no siempre es fácil. En muchas ocasiones, la adaptación requiere un tiempo, ya que ciertas capacidades y habilidades, como la atención y la memoria, se han visto afectadas. Una buena regulación emocional puede hacer más fácil todo este proceso.
- El control de Impulsos. Ayuda a controlar los impulsos y comportamientos destructivos o adictivos. En los trastornos psicóticos es frecuente, antes de la aparición del primer brote psicótico, que hubiese un consumo de sustancias. Además, la impulsividad, la dificultad para controlar los impulsos y la irritabilidad son síntomas típicos de estos trastornos. Una buena regulación emocional puede ayudar a reducir y a tener un mayor control de estos síntomas.
Trabajar la autoregulación emocional contribuirá al bienestar de la persona con psicosis y le ayudará a desarrollarse mejor en todos los ámbitos de su vida
¿Qué hacer para potenciar la regulación emocional?
Para poder potenciar nuestra regulación emocional después de un episodio psicótico hay algunos aspectos clave que que nos pueden ayudar:
- La conciencia emocional: La autorregulación emocional comienza con la conciencia emocional. Las personas con trastornos psicóticos pueden tener dificultades para identificar y comprender sus emociones debido a los síntomas del trastorno. La terapia puede ayudar a desarrollar la conciencia emocional.
- La educación sobre el trastorno: Es importante que las personas con trastornos psicóticos y sus familias comprendan la naturaleza de este trastorno y cómo afecta a las emociones y al comportamiento. Esto puede ayudar a normalizar las experiencias emocionales y reducir el estigma.
- El tratamiento farmacológico: En muchos casos, el tratamiento farmacológico es esencial para estabilizar los síntomas psicóticos. La estabilidad de los síntomas puede facilitar la autorregulación emocional al disminuir la ansiedad y el estrés asociados con los síntomas.
- La terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) adaptada para trastornos psicóticos puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades de autorregulación emocional. Esto puede incluir aprender a identificar pensamientos disfuncionales, comprender las relaciones entre los síntomas psicóticos y las emociones, y desarrollar estrategias para manejar la ansiedad y la ira.
- El apoyo social: El apoyo social es esencial. Las redes de apoyo pueden ayudar a las personas con trastornos psicóticos a expresar sus emociones de manera segura y a recibir apoyo emocional de amigos y familiares.
- El manejo de estrés: El manejo del estrés es crucial para la autorregulación emocional. Las personas con trastornos psicóticos pueden beneficiarse de técnicas de manejo del estrés, como la relajación, la meditación y el ejercicio físico.
- La prevención de las recaídas: El seguimiento continuo y la prevención de las recaídas son fundamentales. La autorregulación emocional puede verse comprometida durante episodios de recaída, por lo que es importante mantener la adherencia al tratamiento y la comunicación con el equipo de atención médica.
La autorregulación emocional en el contexto de los trastornos psicóticos puede ser un proceso desafiante y largo. Sin embargo, con el apoyo adecuado, incluida la terapia especializada y el tratamiento médico, muchas personas pueden aprender a manejar sus emociones de manera efectiva y mejorar así la calidad de vida, a pesar de los síntomas psicóticos. La participación de la persona afectada y el apoyo de la familia y de los profesionales de la salud mental son componentes clave en este proceso.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
Si sufres de soledad o pasas por un momento dífícil, llámanos.