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Acercar los museos a las personas mayores para mejorar el bienestar emocional

La pandemia propició nuevas experiencias de prescripción social
M.Teresa Perez Testor
Mª Teresa Pérez Testor
Asesora de programas participativos y de acceso a la cultura para las personas mayores
Apropa Cultura
Apropa cultura
Fotografía: Apropa Cultura

Los cambios demográficos experimentados en los últimos años, el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad han provocado un incremento muy significativo del peso social de las personas mayores en nuestra sociedad.

El colectivo de personas mayores es muy diverso, desde personas con un grado de bienestar y autonomía importante hasta las que presentan un sufrimiento y malestar emocional que debe tratarse. El grado de malestar emocional es multifactorial y depende de la situación personal de cada uno.

Los factores que influyen son:

  • La situación residencial: si vive sola, con una pareja, con una persona cuidadora, con familiares o centro residencial y, en consecuencia, si presenta una situación de soledad no deseada.
  • Su situación sociosanitaria: si tiene enfermedades crónicas o problemas de salud mental como ansiedad o depresión.
  • La situación socioeconómica: con qué recursos cuenta, las condiciones de su vivienda (se tiene luz, si tiene ascensor).
  • Su propia personalidad y capacidad de resiliencia.

En 2020, después de cinco meses de confinamiento por la COVID-19, se constató que la situación alteró significativamente la vida diaria de las personas mayores, ya que dejaron de realizar actividades que realizaban de forma autónoma o en los centros de día donde iban. Pero, donde incidió de una forma cruenta, fue en las residencias de gente mayor, con situaciones que golpearon a toda la sociedad.

La definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta una visión global de la persona en su complejidad: «Salud es un estado de bienestar físico completo, mental y social, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades».

¿En qué puede ayudar el arte para mejorar el bienestar emocional y de salud mental de las personas?

En los últimos años, los profesionales de la salud han estudiado las contribuciones de las artes en el tratamiento de enfermedades y en las intervenciones de prevención y promoción de la salud. El sentido de la vida es un aspecto importante del funcionamiento psicológico positivo para las personas mayores y las artes pueden incidir en ese sentido. De hecho, la OMS incluyó la cultura y, por tanto, las diferentes disciplinas artísticas en el sistema sanitario reconociendo este rol.

En este sentido, se implementa el concepto de prescripción social con la idea de que los profesionales de la salud de la atención primaria prescriban a las personas que atienden actividades comunitarias que mejoren su bienestar y que se puedan llevar a cabo en las entidades del su barrio o de su ciudad.

El abanico de actividades que el sector artístico y el entorno comunitario ponen a disposición de los profesionales de la salud a la hora de abordar una patología concreta es muy amplio: visitar un museo, bailar, pasear por el entorno natural, ir en el cine, hacer teatro, cantar en una coral, dibujar o pintar, un taller de lectura, etc.

Acercar la cultura a las personas mayores que no pueden desplazarse

Las limitaciones vividas a raíz de la pandemia hacían prever cambios en las actividades culturales, especialmente en la época en que los centros culturales se vieron obligados a cerrar y comunicarse en línea con las personas usuarias. El mundo de la cultura tenía una discreta experiencia en la comunicación digital con la gente mayor. Los museos, durante este tiempo, se plantearon cómo dar la vuelta a la situación. Si estas personas mayores no podían venir a nuestros museos, ¿cómo podíamos acercarnos nosotros? El objetivo fundamental con este pensamiento era el paliar, en la medida de lo posible, la situación de desconexión, aislamiento y falta de interacción social que afectaba de forma muy preocupante al estado emocional de las personas mayores.

De ahí nacieron en Apropa Cultura dos programas:

El Museo se Acerca

Surgió cuando el Instituto Municipal de Serveis Socials (IMSS) del Ayuntamiento de Barcelona pidió a Apropa Cultura una actuación de emergencia por las cuatro residencias municipales que tienen adscritas, realizando actividades culturales. Se plantean tres objetivos:

  • Que ayudara, principalmente, a mejorar el estado de ánimo de las personas usuarias.
  • Trabajar el aspecto cognitivo.
  • Favorecer las relaciones interpersonales.

Apropa Cultura se plantea realizar visitas presenciales a las residencias con actividades organizadas por los museos. Pide a dos museos de Barcelona, ​​Museo Nacional de Arte de Cataluña y CCCB, unas sesiones basadas en el arte. En septiembre de 2020 se inicia una prueba piloto. Tras confirmar que era una experiencia positiva, a partir de los resultados de una evaluación con la escala NPT-ES (Non Pharmacological Therapy Experience Scale (Muñiz, Olazarán, Lago y Peña-Casanova, 2011), se hace extensivo a otros museos: Museo Picasso, Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, ​​Museo Etnológico y de Culturas del Mundo, Museo de Historia de Barcelona (MUHBA), Museo del Diseño, Museo Frederic Marés, Fundació Antoni Tàpies, Castell de Montjuic y la Fundació Suñol. uno de ellos planteó una propuesta de intervención sobre su programación: la colección permanente, una exposición temporal, sobre el edificio o un artista.

El Danza se Acerca

El programa siguió durante todo 2021, incorporando otras residencias. En 2022, el Ayuntamiento de Barcelona sigue con su apoyo y se inicia un programa conjunto entre los museos y otra disciplina artística, la danza con el programa La Danza se Acerca. Cinco bailarines y bailarinas profesionales acuden a las residencias con un programa en el que conviven la actividad, física, la música, la danza y asistir a funciones de danza en teatros. Este programa ha ganado el galardón de mejor programa social de la Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya

Entre los resultados de ambos programas podemos destacar que, a pesar de las dificultades, sobre todo, por las diferentes oleadas de la COVID, se han podido realizar más de 350 actividades de forma presencial.

Las personas que no pueden salir de la residencia han disfrutado de la cultura y, en algunas ocasiones, han podido acudir a los museos y al teatro a disfrutar de la experiencia. Podemos confirmar que podemos mejorar el estado de ánimo, mantener la actividad cognitiva y aumentar las relaciones personales en la actividad.

El Ayuntamiento de Barcelona ha seguido confiando en el proyecto y durante 2023 seguiremos con las actividades del museo y la danza se acerca.

Apropa cultura ha implementado en su web la posibilidad de solicitar las mismas actividades de los museos por un precio sostenible en el buscador de actividades y se han iniciado fuera de Barcelona, ​​a entidades como el Museo del Juguete (Figueres), el Museo del Ferrocarril (Vilanova y la Geltrú), el Museo de las Culturas del Vino de Cataluña-VINSUEM (Vilafranca del Penedès) y el Museo del Corcho (Palafrugell).

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 19 de Diciembre de 2022
Última modificación: 19 de Diciembre de 2022
M.Teresa Perez Testor

Mª Teresa Pérez Testor

Asesora de programas participativos y de acceso a la cultura para las personas mayores
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