«Puedes estar acompañada del mundo y sentirte muy sola»

La soledad no deseada es un sentimiento subjetivo que afecta la salud física y mental de las personas que la sufren. Sentirse solo puede generar depresión, ansiedad, insomnio, deterioro cognitivo e, incluso, puede ser una causa de riesgo de suicidio. Se trata de un problema de salud pública para el abordaje del cual la vinculación a la comunidad es un elemento clave.

María Dolores García nos explica qué ha significado para ella sentirse sola y cómo su participación en el grupo de ayuda «Acompañando la soledad», impulsado por el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, ha sido relevante para salir de esta situación. Su historia nos habla de sufrimiento, incomprensión y aislamiento, pero también de la necesidad del otro y de la fuerza de convivir y compartir.

«La gente no te acaba de entender cuando les dices que tu soledad no es como la suya, porque ellos quieren estar solos, pero tú te ves obligada a estarlo», empieza diciendo para expresar lo que siente. Esta incomprensión ha sido una de las constantes en su vida, nada fácil, con situaciones violentas y traumáticas que la han llevado a tener problemas de salud mental. Y si una cosa ha aprendido en este camino es que «puedes tener una familia que te quiere, puedes estar acompañada del mundo entero y sentirte muy sola; no tiene nada a ver».

María Dolores ha encontrado en el grupo de ayuda gente que la entiende, con quien puede hablar, con quien puede compartir momentos, pensamientos, sentimientos. Asegura que el grupo le «ha cambiado la vida un 99%», y que ha dejado atrás aquella época en la que «estaba en casa, lamentándome de lo desgraciada que era, con la tele encendida para que me hiciera compañía», hasta que fue consciente que debía cambiar esta situación: «Tienes que poner voluntad, levantarte, hacer cosas, relacionarte e implicarte con otras personas». Ahora tiene un grupo de personas con quien, más allá de las sesiones semanales, puede conversar, quedar para ir a pasear, compartir intereses y gustos y experimentar el sentimiento de pertenencia.