- ¿Qué signos alertan de un intento de suicidio?
- ¿Es cierto que los chicos y chicas que lo verbalizan es por llamar la atención?
- ¿Se sabe cuánto tiempo pasa desde que se piensa hasta que se materializa el intento?
- ¿Cuáles son los factores de riego del suicidio juvenil?
- ¿El suicidio se puede prevenir?
- Si un joven tiene ideaciones suicidas, ¿qué puede hacer?
- Si los padres y madres detectamos que nuestro hijo o hija se quiere suicidar, ¿qué tenemos que hacer y dónde tenemos que acudir?
- ¿Qué es lo que nunca hay que decirle a un chico o chica que se quiere suicidar?
- ¿Qué es lo que sí hay que decirle a un chico o chica que se quiere suicidar?
- ¿Cuál es el tratamiento más eficaz para una persona que se quiere suicidar?
- ¿La ideación suicida se puede tratar con medicación?
- ¿Los chicos y chicas que están pasando por un proceso de crisis vital, con ideas de suicidio, se recuperan? ¿Podrán hacer una vida normal?
- Llevo años con pensamientos suicidas. Siento que todo sigue igual por mucho que intente mejorar y a pesar de los intentos por parte de los profesionales de ayudarme. No quiero admitir que estoy igual porque no quiero ser una carga y que mi madre se vuelva a enfadar conmigo y tampoco sé que hacer porque hasta los profesionales deben estar cansados de escucharme. ¿Qué se supone que debo hacer?
- ¿Qué tengo que hacer si creo que no puedo con esto, pero no quiero molestar a los profesionales? Tampoco tengo amigos en los que confiar en este tema porque se lo contarán a los demás y no tengo confianza con mi familia.
- Acabo de cumplir 17 años. Tengo miedo de llegar a los 18 en la misma situación ¿Cómo me pueden ayudar? ¿Cuánto suele tardar la terapia aproximadamente?
- Después de una sobre ingesta de medicamentos ¿Qué podemos hacer los padres si nuestra hija sigue teniendo ideas de muerte?
- Si mi hija se autolesiona y persisten ideas de muerte ¿cómo debemos reaccionar los padres?
- ¿Qué puedo hacer si un amigo o amiga me explica que se quiere suicidar?
- ¿Cómo actúo si veo en las redes sociales que una persona se quiere suicidar?
- ¿Cómo se puede actuar desde la escuela para prevenir el suicidio juvenil?
- En el ámbito escolar ¿cómo debe abordarse la pregunta sobre ideaciones suicidas en niños y niñas a partir de 10 años? ¿Podéis darnos ejemplos prácticos?
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo o hija si lo está pasando muy mal en el colegio para evitar llegar a que tenga pensamientos suicidas?
- ¿El suicidio infantojuvenil está realmente ligado al acoso escolar?
- Cuando un alumno manifiesta ideas suicidas ante una situación dolorosa para él. ¿qué se debe hacer como orientadora en un instituto? Por ejemplo, si dice «si pasa esto yo me suicido. Si mis padres se divorcian yo me suicido».
- ¿En el suicidio juvenil, hay más prevalencia entre los jóvenes con enfermedades crónicas?
- ¿Cómo proteger la salud mental de jóvenes diagnosticados con enfermedades crónicas para evitar pensamientos suicidas?
- Si se produce un suicidio juvenil, ¿qué se recomienda que haga la familia y los amigos?
- ¿Qué intervenciones desde enfermería pueden ser útiles dentro del abordaje global multidisciplinar?
¿Qué puedo hacer si un amigo o amiga me explica que se quiere suicidar?
Puedes hacer mucho, pero puede que no todo le vaya a gustar a él.
Tienes que saber si tu amigo está en seguimiento, si sus padres son conscientes de su situación y de su malestar, en definitiva, si ya sois muchos los que conformáis la red de ayuda. Si esto es así, ya solo te queda hacer de amigo de alguien que no ve motivos para vivir, es decir, que te va a tocar tomar un poco más la iniciativa en la relación, en ocasiones puede que te tengas que ponerte un poco pesado incluso, para que sea consciente de lo que no es capaz de ver en ese momento: que no está solo, que os importa y que estáis encantados de echarle una mano, que no es una carga para vosotros, que sois conscientes de los esfuerzos que está haciendo, que no se preocupe, que no se deje llevar por la desesperación. Recuerdo la importancia de la vinculación.
Si por el contrario eres el receptor de la primera noticia, la situación es más complicada para ti, porque en ese momento a tu amigo le puede costar ver, o estar de acuerdo con la importancia de crear, de activar, esa red de apoyo, de la importancia de que los padres conozcan su situación y de la importancia de que más personas concurran en su proceso de recuperación. La relación de amistad se basa en hacer lo mejor para el otro, no en guardar secretos envenenados. Desafortunadamente hemos tenido que tratar con chicos que guardaron el secreto de su amigo, y este acabó muriendo por suicidio. La culpa de estos chicos es infinita, sin tenerla en realidad, no es nada fácil enfrentar esa situación. No nos podemos hacer cargo de esta realidad solos, porque tampoco nosotros lo estamos.
Sabemos que lo más probable es que antes hablen con sus amistades, quizás las de la escuela, y no con los padres o con los profesores. La gente joven debe sentirse confiada a la hora de hablar de estas cuestiones y poder decir a un amigo o amiga que se quiere suicidar si tiene esos pensamientos. Es importante no estigmatizar a esa persona por lo que está manifestando. Debes saber que en las palabras de tu amigo existe un sufrimiento emocional. No se trata de una enfermedad mental, ni de cobardía, ni quiere llamar la atención. Anímale a que busque ayuda y a que lo diga también en su entorno familiar, a aquellas personas que le generen más confianza. Es muy importante escucharle y ofrecer su apoyo para buscar ayuda.
Hay comportamientos que nos pueden mostrar que quizás alguna cosa no va bien: no contesta los WhatsApp, quizás ha cambiado su foto con una que nos transmite tristeza, no te coge las llamadas o bien, cuando estás con él o ella, te comenta que no vale la pena nada, que no se levantaría, no quiere seguir estudiando o trabajando, que no duerme bien.
La primera intención que nos sale siempre es decirle que se anime, intentamos dar recomendaciones, incluyendo que todos estamos más o menos igual y, en un intento de empatía, se comparten los propios problemas para que se dé cuenta que no está solo. Y se suele decir que siempre hay que ver el sentido positivo de las cosas. Pero todo ello quizás le pueda hacer sentir más peso en su propio malestar y dolor y quizás le haga pensar que es mejor no decir nada más a nadie.
Nadie nos ha enseñado cómo atender el dolor emocional. Todos sabemos cómo actuar ante el dolor físico o una herida, pero con heridas emocionales no sabemos que «tirita» puede ir bien.
Sin invalidar, es decir, subestimar aquello que nos ha dicho, podemos acompañarle en cosas básicas y que sabemos que antes le gustaban, estando a su lado y sin agobiándolo con reflexiones o preguntas. Es importante saber escuchar lo que nos dice, sin juzgar, sin criticar: las heridas emocionales, su dolor, necesitan ser escuchadas.
No nos debemos responsabilizar del malestar de la otra persona, no podemos adivinar, no somos profesionales ni especialistas. Por este motivo es muy importante animarle, desde una convicción plena, a buscar ayuda profesional, siempre ofreciendo y transmitiéndole esperanza.