Investigar para mejorar la calidad de vida de las personas con psicosis
La investigación en salud mental es una necesidad compartida entre los profesionales, las personas atendidas y sus familias. Investigar es la clave para avanzar en el conocimiento sobre los diferentes trastornos mentales y, de este modo, poder prevenir su aparición y mejorar sus tratamientos e intervenciones, aumentando así la calidad de vida de las personas.
Los trastornos psicóticos afectan a un 1,2 % de la población adulta y a un 0,8 % de la población infantil. La detección temprana y el tratamiento en las fases iniciales son fundamentales para conseguir una buena recuperación. Saber más sobre psicosis nos ayuda a prevenirla, pero también a mejorar la vida de las personas que tienen este problema de salud mental. Pero, ¿qué se está investigando sobre psicosis ahora mismo en Sant Joan de Déu y cómo puede repercutir en el bienestar de las personas?
¿Qué se está investigando sobre psicosis?
Factores de estrés psicosociales: experiencias traumáticas en la infancia
La presencia de factores de estrés psicosociales tiene consecuencias fisiológicas y emocionales importantes en cualquier época del desarrollo, pero es en la infancia y la adolescencia cuando su impacto es más relevante. Uno de los factores de estrés psicosociales más destacados para el desarrollo de la psicosis son las experiencias traumáticas en la infancia, sobre todo el abuso sexual, físico o emocional y la negligencia física y emocional.
Por ejemplo, los niños y niñas que han tenido un trauma en la infancia tienen más probabilidades de mostrar retrasos en el desarrollo cognitivo, tales como déficit en el desarrollo del lenguaje, puntuaciones bajas en las pruebas de inteligencia y un rendimiento escolar más bajo.
Uno de los factores de estrés psicosociales más destacados para el desarrollo de la psicosis son las experiencias traumáticas en la infancia
Entre el 17 y el 25 % de la población general ha sufrido alguna experiencia traumática en la infancia, y este porcentaje aumenta cuando hablamos de personas que han tenido un trastorno psicótico, situándose entre el 50 y el 75 %. Además, tener una experiencia traumática en la infancia se relaciona con un aumento de sintomatología positiva, mayor nivel de ansiedad y depresión, más riesgo de suicidio, un inicio más precoz del trastorno psicótico y un menor funcionamiento cognitivo, entre otros aspectos.
Viendo la relevancia que tienen estas experiencias en la aparición y el pronóstico de estos trastornos, se están llevando a cabo diferentes tipos de estudios, enfocados sobre todo en las tres líneas siguientes:
- Conocer el peso que tienen estas experiencias en la aparición y evolución de los trastornos psicóticos, con el objetivo de hacer recomendaciones para la creación de intervenciones específicas centradas en estas experiencias que puedan ayudar a mejorar el curso del trastorno y el bienestar y la calidad de vida de las personas que lo tienen.
- Valorar la eficacia de intervenciones específicas para personas con un trastorno psicótico que hayan tenido una experiencia traumática en la infancia. El objetivo final es que se puedan implementar en los servicios de salud mental del territorio.
- Crear campañas dirigidas a la población general, sobre todo enfocadas a los niños y niñas, a los equipos docentes y equipos  ;asistenciales. El objetivo es ayudar en la detección precoz de estas experiencias y crear intervenciones cuando ha habido una experiencia traumática en la infancia o adolescencia, para reducir las probabilidades de desarrollar un trastorno mental como la psicosis. Muchas de estas intervenciones, además de enfocarse en la experiencia traumática propiamente dicha, también se centran en dar habilidades para mejorar la gestión del estrés, la regulación emocional, las estrategias de afrontamiento y la resolución de problemas.
Algunos ejemplos de estudios que se están llevando a cabo en esta línea son: Impacto de las experiencias traumáticas en la infancia en los parámetros cerebrocorticales y el funcionamiento cognitivo en personas con una psicosis del primer episodio (FEP); Historia de eventos vitales estresantes y psicopatología en jóvenes que cumplen internamente en un centro educativo y que están en seguimiento por salud mental, y Impacto del trauma (infancia, adultez e institucional) en la salud mental de mujeres internas en prisión.
Intervenciones psicológicas
Los antipsicóticos (medicación farmacológica) son efectivos para la mejora de los síntomas y para la prevención de recaídas en psicosis, pero se asocian a efectos secundarios considerables y, sin embargo, en algunos casos no siempre eliminan los síntomas y tampoco evitan las recaídas. De hecho, un 24 % de las personas con psicosis recaen en el primer año, a pesar de seguir un tratamiento farmacológico. Por este motivo, se han desarrollado varias intervenciones psicosociales y psicológicas que pueden desempeñar un papel importante en la prevención de las recaídas y en la mejora del bienestar emocional y la calidad de vida de las personas atendidas.
Es importante que las intervenciones que se llevan a cabo sean efectivas y eficientes. Por este motivo, una parte de la investigación en psicosis se centra en estudiar el papel que desempeñan los diferentes tipos de intervenciones en las variables relevantes de este trastorno, en la mejora del bienestar de la persona y en la mejora de su funcionalidad y calidad de vida, entre otros aspectos.
Algunas de las intervenciones en las que se lleva a cabo esta investigación son las intervenciones familiares, la psicoeducación familiar o de la persona atendida, la terapia cognitivo-conductual, las terapias de tercera generación (mindfulness y terapia de aceptación y compromiso, por ejemplo), las intervenciones integradas y los programas de prevención de recaídas.
Se han desarrollado varias intervenciones psicosociales y psicológicas que pueden tener un papel importante en la prevención de las recaídas y en la mejora del bienestar emocional de las personas atendidas.
El Parc Sanitari Sant Joan de Déu, por ejemplo, tiene una línea de investigación centrada en la intervención psicológica en entrenamiento metacognitivo, que tiene por objetivo que la persona tenga más conciencia sobre los errores cognitivos comunes y sesgos típicos del trastorno, enseñarle a reflexionar sobre ellos de una forma crítica y complementar y cambiar su actual repertorio de soluciones de problemas. Con esta intervención, además de mejorar determinados síntomas y el funcionamiento de estas personas, también se quiere estudiar qué perfiles pueden beneficiarse más. Además, durante la pandemia de Covid-19, se creó y validó esta intervención en formato digital, y se ha adaptado el material para familiares de personas que tienen un trastorno psicótico, con el objetivo de estudiar su impacto.
También se llevan a cabo otros proyectos de investigación sobre el impacto de otras intervenciones, como la efectividad de la terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares, para personas con psicosis que han tenido alguna situación traumática.
Nuevas tecnologías
El uso de las nuevas tecnologías, concretamente de los teléfonos móviles, los ordenadores y las tabletas, junto con la utilización en aumento de las redes sociales por parte de las personas adolescentes, ha creado nuevas oportunidades para promover la salud mental.
La psicosis suele aparecer entre los 15 y los 29 años y, por tanto, los jóvenes que han sido diagnosticados recientemente con un trastorno psicótico pueden ser un grupo de edad favorable para adherirse a las intervenciones en salud electrónica.
Esto ha hecho que en la última década haya habido un aumento en el desarrollo, la implementación y el uso de nuevas tecnologías en la asistencia sanitaria, debido a los beneficios que ha demostrado tener en la gestión de la salud. Los dispositivos móviles se están utilizando para conseguir una detección más rápida de los síntomas, mayor adherencia al tratamiento y un seguimiento más cuidadoso del estado de la persona atendida, entre otras utilidades.
Por este motivo, algunas de las líneas de investigación se centran en el uso de estas tecnologías en las personas con problemas de salud mental o dentro de los sistemas asistenciales, y en la creación de aplicaciones para mejorar la salud mental y la gestión asistencial.
Los dispositivos móviles se están utilizando para conseguir una detección más rápida de los síntomas, más adherencia al tratamiento y un seguimiento más cuidadoso del estado de la persona atendida.
En este sentido, desde la Unidad de Investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu se están llevando a cabo diferentes proyectos relacionados con las tecnologías, con el fin de prevenir la aparición de la psicosis, mejorar su curso y mejorar la calidad de vida de las personas que tienen este trastorno:
- Parental-Psych APP: una aplicación móvil para detectar casos de alto riesgo de psicosis y dar pautas parentales de relación con los hijos y las hijas adolescentes.
- ERAPERMED: un proyecto europeo para la creación de una aplicación tecnológica para personalizar intervenciones psicológicas en personas con psicosis.
- App-Psicosis: la creación de una aplicación destinada a las personas que han tenido un primer episodio psicótico dentro del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, para ofrecerles pautas de psicoeducación, información sobre la psicosis, entrenamiento cognitivo y el acceso a la historia clínica del centro, entre otros aspectos. Su objetivo es poder detectar las recaídas y mejorar el curso y la evolución de estas personas para mejorar al mismo tiempo su bienestar.
Biomarcadores
Los trastornos psicóticos son trastornos complejos en los que interactúan múltiples factores genéticos y ambientales que dan lugar a alteraciones acumulativas durante el desarrollo cerebral. Los circuitos neuronales se pueden alterar y afectar a la transmisión de la información y la interpretación de nuestro entorno y nuestra realidad, dando respuestas de conducta social y resolución de problemas de manera adecuada. Todo esto es lo que se llama funcionamiento cognitivo y da lugar a síntomas psicóticos en personas con esquizofrenia. La parte cognitiva y los síntomas no psicóticos son los más difíciles de tratar, y los fármacos actuales no tienen un efecto significativo en ellos.
Por tanto, es necesario estudiar las bases biológicas del trastorno y explorar posibles dianas moleculares para entender mejor la esquizofrenia y desarrollar tratamientos que puedan mejorar sus síntomas. Por otra parte, la identificación de biomarcadores específicos podría ser un importante paso en la detección temprana para establecer terapias antes de cronificar los síntomas. Además, tener biomarcadores de respuesta al tratamiento ayudará a establecer tratamientos más personalizados para cada persona.
Desde la Unidad de Investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu se están llevando a cabo varios proyectos para identificar alteraciones en posibles marcadores moleculares en sangre (biomarcadores), tanto en personas con psicosis de inicio reciente como en personas con esquizofrenia crónica, y su posible contribución en los síntomas presentes en las diferentes etapas del trastorno. El objetivo final es poder estudiar e identificar posibles dianas moleculares implicadas en el desarrollo del trastorno y su asociación con los síntomas presentes durante la evolución de la esquizofrenia, con especial interés en los síntomas cognitivos y otros síntomas no psicóticos. También se está investigando el efecto de la Covid-19 en las secuelas cognitivas y neurológicas en personas sin un trastorno mental previo y en personas con un trastorno mental anterior a la infección. La investigación se centra en conocer si la causa de las secuelas podrían ser las alteraciones de moléculas inflamatorias que alteren la barrera que protege nuestro cerebro para que funcione de forma correcta.
Estigma y psicosis
Las personas que tienen psicosis son uno de los colectivos más estigmatizados en la sociedad. El desconocimiento de estos trastornos y el tratamiento que se ha hecho desde los medios de comunicación y la industria audiovisual han creado y perpetuado unos estereotipos y unas creencias sobre la psicosis lejos de la realidad. Por este motivo, existen varias investigaciones que se centran en buscar la manera más efectiva de reducir este estigma, sobre todo entre los niños y adolescentes.
Destacamos el programa de sensibilización #EducaSJD, impulsado por la Obra Social Sant Joan de Déu, que tiene como objetivo aumentar la concienciación de las personas jóvenes sobre los colectivos más vulnerables. A través de charlas en las escuelas, materiales didácticos, testigos en primera persona y campañas de sensibilización, con un trabajo conjunto con los equipos de profesionales, este proyecto quiere combatir el estigma de las personas en riesgo de exclusión, entre las cuales se encuentran las personas con un trastorno de salud mental.
Factores de riesgo para desarrollar psicosis
Establecer cuáles son los factores de riesgo para el desarrollo de la psicosis tiene una gran relevancia clínica, principalmente porque permite:
- Poder predecir cuándo se desarrollará el trastorno en poblaciones de alto riesgo para la psicosis.
- Crear y aplicar intervenciones para prevenir su aparición o mejorar su curso, ya que algunos de los factores son potencialmente modificables.
- Informar a la población general sobre la importancia de estos factores para que tome conciencia. Esto ayudará a promover la salud mental y la calidad de vida de las personas.
Los factores más relacionados con el riesgo de desarrollar un trastorno psicótico son:
- Los antecedentes de complicaciones obstétricas y perinatales.
- Tener un familiar de primer grado con un trastorno psicótico.
- El trauma y el abuso infantil.
- El hecho de vivir en un entorno urbano muy poblado.
- La adversidad social.
- El consumo de sustancias tóxicas, concretamente de cánnabis.
En el caso de este último factor, gracias a la investigación centrada en el cánnabis y la psicosis, se ha demostrado que:
- Los trastornos psicóticos se producen con mayor frecuencia en las personas consumidoras de cánnabis que en las no consumidoras.
- El consumo de cánnabis a lo largo de la vida está asociado con un riesgo 1,4 veces mayor de desarrollar un trastorno psicótico; y la dependencia al cánnabis, con un riesgo 3,4 veces mayor.
- Las personas consumidoras de cánnabis tienen un inicio de psicosis más precoz que las no consumidoras.
Para poder establecer los factores de riesgo de la psicosis, las investigaciones incluyen personas que acaban de tener un episodio psicótico por primera vez, y, a través de varios cuestionarios y herramientas, se recoge la información relacionada con variables y factores previos a este episodio. Desde esta perspectiva, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu lleva a cabo el proyecto PROFEP, un estudio observacional longitudinal que tiene este objetivo: establecer factores de riesgo para el desarrollo de un primer episodio psicótico.
Estados mentales de alto riesgo para la psicosis
El estudio de las fases tempranas y la detección precoz son esenciales en salud mental para prevenir o retrasar el desarrollo de algunos trastornos o, por lo menos, para detectarlos y poder establecer un diagnóstico y un tratamiento lo antes posible. En este sentido, en el campo de los trastornos psicóticos, se han descrito lo que se llaman estados mentales de alto riesgo para la psicosis, que identifican una serie de síntomas tempranos que presentan algunas personas antes de tener un trastorno psicótico franco. Los estados mentales de alto riesgo se identifican mediante una combinación de criterios clínicos (principalmente presencia de síntomas psicóticos leves o atenuados) y vulnerabilidad genética. En la actualidad, se ha descrito que los criterios de riesgo de psicosis permiten identificar correctamente a las personas en riesgo de tener este trastorno, y que un 22 % de estas personas lo acabarán teniendo. Es decir, mediante estos criterios se ha logrado detectar a varias personas y tratarlas de manera precoz. Este hecho es esencial para el curso del trastorno.
Los estados mentales de alto riesgo para la psicosis identifican una serie de síntomas tempranos que presentan algunas personas antes de tener un trastorno psicótico franco.
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona hace más de diez años que puso en marcha un programa de investigación para la detección de niños y adolescentes que presentan estados mentales de alto riesgo, liderado por la Dra. Montserrat Dolz. Este proyecto se está llevando a cabo en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona, y tiene como finalidad principal definir a varios biomarcadores que pueden estar implicados en el desarrollo de la psicosis. Más concretamente, en la actualidad la investigación se centra en la detección de posibles marcadores de riesgo obstétrico.
¿Por qué es importante tener en cuenta el género en la investigación?
El sesgo androcéntrico de nuestra sociedad, en la que el hombre es la referencia universal y, por tanto, la mujer está invisibilizada, hace que también la investigación en salud haya pervertido la visión científica y las intervenciones médicas que afectan a las mujeres. Por tanto, tener una mirada de género significa incluir a las mujeres en todo el proceso de la investigación en salud. Para ello, es necesario estudiar las diferencias de sexo (entre mujeres y hombres), incluir aspectos específicos de la salud de las mujeres y también tener siempre en cuenta la influencia del género.
Investigar y abordar la salud desde una perspectiva de género implica reconocer las diferencias y similitudes en el estado de salud de las mujeres y los hombres, partiendo de la base que buscar la igualdad en salud donde hay diferencias es tan erróneo como asumir diferencias que no existen. Hay que tener en cuenta factores biológicos, pero también las desigualdades en salud que son construidas social y culturalmente y que, por tanto, son cuestionables y, sobre todo, modificables.
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