Procrastinación: ¿cómo evitarla?
Procrastinar es posponer de forma deliberada tareas pendientes a pesar de que sabemos que debemos hacerlas. A todos nos ha pasado alguna vez, ¿verdad?
La procrastinación aparece cuando la motivación desaparece. Estudios demuestran que se trata de un problema de regulación emocional, tendemos a evitar las tareas por la emoción asociada a ellas, como la ansiedad o el aburrimiento.
La procrastinación puede provocar problemas de salud mental, como el estrés, que, a su vez, pueden dar lugar a problemas como la reducción del bienestar, el empeoramiento de la salud física y un menor rendimiento académico y laboral.
Entender los peligros de la procrastinación es importante, porque puede ayudarte a identificar cuándo y cómo la procrastinación está afectando negativamente a alguien, incluido tú. Ser consciente de estos problemas puede aumentar la motivación y ayudar a superar la procrastinación.
La procrastinación está asociada a varios problemas laborales y económicos, como tener un sueldo más bajo, una menor duración del empleo y una mayor probabilidad de estar desempleado o subempleado.
Se ha demostrado, a través de diversos estudios, que la procrastinación afecta crónicamente a entre el 15% y el 20% de personas adultas, y alrededor del 25% de ellos consideran que la procrastinación es un rasgo de personalidad que les define.
Hay tres características destacadas de una tarea que nos puede llevar a procrastinar. En primer lugar, la aversión a la propia tarea y que nos empuja a posponer cosas que no nos gusta hacer, debido al malestar emocional o físico que sentimos al hacerlas. A continuación, hablamos de los incentivos futuros, que se refieren a la motivación de la tarea o al impulso dado para hacer algo o comportarse de una manera determinada. Por último, el retraso temporal de los incentivos.
He aquí algunas técnicas que pueden ayudarte a evitar la procrastinación:
- Temporizador de 5 minutos.
Cierra los ojos y tómate el tiempo necesario para sentir la sensación desagradable de la tarea y describirla en tu cabeza. Mientras haces esto, respira profundo para eliminar el estrés que te genera esta tarea. Después de este ejercicio, empieza directamente lo que tienes que hacer. - Divide la tarea.
Cuando procrastinas, el bloqueo es una señal de que necesitas encontrar otro enfoque que haga la tarea menos difícil y vaga. Prueba a realizarla por fases o en diferentes momentos del día. - Just start it.
Iniciar algunas acciones para poner en marcha el proyecto sin tener que terminarlo todo de inmediato. La mayoría de las veces, la puesta en marcha no es tan desagradable como parecía.
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