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Família y conducta suicida

¿Cómo afecta el estigma de la conducta suicida a la familia?

Hay muchas creencias limitantes, fruto del estigma asociado al suicidio, que no nos permiten desempeñar nuestro rol con efectividad. A menudo, la familia se convierte en el vigilante-responsable y esto hace aumentar su angustia y contribuye a incrementar la percepción de que la persona en riesgo es una carga para su familia o entorno. Si acompañamos a una persona que ya ha llevado a cabo una conducta suicida, el miedo a la repetición llevará al entorno a una situación de estrés sostenido, y aparecerán los síntomas relacionados con el llamado estrés de la persona cuidadora:

  • Sentimiento de preocupación constante.
  • Sentimiento frecuente de cansancio.
  • Poca capacidad de concentración para llevar a cabo las tareas habituales.
  • Pérdida de interés en actividades con las que se disfrutaba.
  • Aumento de la irritabilidad.
  • Aislamiento social producido en muchas ocasiones por el estigma de la conducta suicida del familiar.
  • Falta de control de la situación, debido a la carencia de recursos para afrontar la situación.