Ni siquiera un profesional de salud mental formado debería asumir esa responsabilidad, y están liberados de la confidencialidad cuando se trata de una situación así. No deberías mantener ese peso tú solo o sola. Debes informar a sus familiares, conseguir que pida ayuda a su médico o a su profesional de salud mental, en el caso de que cuente con él. Si la persona se enfada, más tarde entenderá que por encima de los secretos está la vida y su bienestar, que vuestra relación se basa en hacer lo mejor para el otro, y que lo mejor en estos casos es incrementar los recursos de ayuda.