¿Debo controlar continuamente a la persona con riesgo de suicidio?
Cuando se habla de control desde la perspectiva de la prevención del suicidio, se hace referencia al control de acceso a métodos letales, que en nuestro entorno sociocultural, normalmente están relacionados con todo tipo de medicación. En el caso de casas con licencias de armas, también se tendrá que restringir el acceso a ellas. Estas medidas de prevención de acceso a métodos se tienen que prolongar durante un año tras la recuperación de la crisis vital de la persona.
Por otro lado, el control se tiene que combinar con recordar el objetivo principal, que no es otro que favorecer que la persona se vincule a la vida, a una vida que entienda que vale la pena ser vivida. Así, el control también tiene que ver con facilitar, en la medida de lo posible, encuentros con amigos y la vinculación a actividades lúdicas. En este caso, se recomienda que las primeras salidas sean con amigos conocidos de la familia, gente de confianza que conozca la situación de la persona a la que se pretende ayudar.
Hay que equilibrar el control con favorecer la autonomía de la persona afectada. La actitud de la familia se debería orientar a mantener una mayor disponibilidad ante las demandas de ayuda de la persona. El familiar tiene que saber que está haciendo todo lo posible, pero siempre dentro de lo razonable, y la persona acompañada tiene que percibir que esos esfuerzos nunca son una carga para la persona que cuida, que acompaña.