«Vino ese monstruo grande y negro y se apoderó de mí»

Rosa es una mujer de 61 años, positiva y risueña, a quien le encanta hacer de abuela con sus dos nietos de siete y cinco años, salir a pasarlo bien con sus amigos y disfrutar de los buenos momentos con su pareja y su familia. Vive en Camarasa, un pueblecito de Lleida, desde hace quince años, «un sueño que he conseguido hacer realidad», según nos explica. 

«A veces pienso que me despertaré y será todo mentira, porque estoy tan bien y me siento tan bien... Pero entonces me digo a mí misma que me lo merezco todo, porque he luchado mucho para estar donde estoy». Sí, Rosa ha tenido que luchar para poder recuperarse de una depresión que la condujo a intentar poner fin en su vida. «Vino este monstruo tan grande y tan negro y se apoderó de mí. Es un monstruo que se te come todo: los sentidos, la voluntad, ¡todo! Y llegó un momento que no veía nada, solo quería acabar con toda esta presión, con este sufrimiento», recuerda de este modo tan gráfico. 

Este episodio supuso un antes y uno después para ella, y a partir de aquí inició el largo camino de la recuperación. «Yo en realidad no me quería morir, solo quería descansar porque no tenía fuerzas para continuar luchando. Pero entonces, me di cuenta de lo que había hecho y dije: no, esto no puede ser, este monstruo no puede conmigo». Tratamiento, terapia, grupos de ayuda mutua, control mental, Reiki, información… Rosa buscó todas las herramientas para poder salir adelante, para «ser consciente de lo que te pasa y encontrar la salida». Unas herramientas que ahora utiliza cuando, de vez en cuando, este «monstruo» vuelve a aparecer en su vida. Cuando esto pasa, nos explica el truco que utiliza: «Me miro al espejo y hablo conmigo misma: ¿qué te pasa?, ¿por qué hoy estás así? La persona que tú eres no tiene que pasar desapercibida. Te tienes que dar cuenta de quién eres y de todo lo que has vivido».

El tabú, el silencio y la recuperación

Rosa explica que se sintió bastante sola e incomprendida mientras tenía la depresión y que su entorno no podía ayudarla porque no sabían cómo hacerlo. «¿No estáis viendo que no estoy bien? Pero no, los trastornos de salud mental entonces todavía eran más tabú que ahora, que se habla más de ellos. Incluso llegué a pensar que ojalá estuviera escayolada de arriba abajo para que la gente viera que no estaba bien», nos dice. Por eso, esta superviviente reivindica la necesidad de hablar sobre salud mental y sobre el suicidio: «Tenemos que verbalizar que no estamos bien, tenemos que poder decirlo abiertamente para poder recibir la ayuda necesaria, sin miedo, sin pensar que no nos entenderán».

Si te das cuenta de que no estás bien, tienes que pedir ayuda, buscar alternativas y luchar. Y puedes salir adelante. La vida es muy bonita y la tenemos que disfrutar.

El día que Rosa recibió el alta de su psiquiatra, explica que su cabeza «hizo un clic» y se dijo a ella misma «ahora quiero vivir, quiero disfrutar de todo». Y cuando mira atrás se siente orgullosa de ella: «¿Todo esto me ha pasado?, ¿Todo esto he luchado para llegar aquí? Me han pasado muchas cosas, muchos malos momentos, pero he conseguido hacer el clic, vaciar la mochila que llevaba encima, ser yo misma, coger las riendas de la vida. Y cuando lo consigues, es muy fuerte». 

Cuando le pregunto qué estrategias sigue para estar bien, la cara se le ilumina. Su entorno ha sido clave en todo este proceso de recuperación: la familia, las amistades, la pareja, sentirse querida y querer… Pero también nos confiesa otros trucos que le funcionan: «Tienes que ser consciente de todo lo que te rodea. Cuando voy a pasear, oigo como cantan los pájaros, miro los árboles y piso la hierba. Valoro el trabajo, la comida, la casa donde vivo, la familia, ir de fiesta, ir a bailar». Y quiere acabar la conversación remarcando un mensaje: «Si te das cuenta de que no estás bien, tienes que pedir ayuda, buscar alternativas y luchar, y puedes salir de esto. La vida es muy bonita y la tenemos que disfrutar».

Este testimonio es posible gracias a la Associació Catalana per a la Prevenció del Suïcidi.