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Artículo

Dificultades alimentarias en las personas con TEA

La selectividad alimentaria y las conductas disruptivas son comunes en las personas con autismo
Mireia González Rodríguez

Mireia González Rodríguez

Psicóloga clínica. Unidad Multidisciplinaria del trastorno del espectro del autismo (UnimTEA). Área de Salud Mental
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Ares Sentenach Carbó

Ares Sentenach Carbó

Enfermera pediátrica. Unidad Multidisciplinaria del trastorno del espectro del autismo (UnimTEA)
Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Niño rechazando la comida

En los últimos años el trastorno del espectro del autismo (TEA) ha ido cobrando más importancia y, a su vez, se han ido desarrollando más investigaciones e intervenciones con relación a las dificultades que presentan las personas afectadas. Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2013), el TEA es un trastorno del neurodesarrollo grave que implica deficiencias en la interacción social recíproca y en la comunicación social, junto con intereses restrictivos, conductas repetitivas y anomalías sensoriales. Podemos hablar de una condición que genera un impacto significativo en la persona afectada y en su familia.

Además de las dificultades propias del diagnóstico del TEA, se ha de tener presente que más de un 70% de las personas afectadas tendrá algún diagnóstico comórbido a lo largo de su vida, pudiendo presentar tanto trastornos médicos como de salud mental. La literatura describe que es frecuente la presencia de dos o más trastornos psiquiátricos concomitantes.

Las dificultades de alimentación más habituales en niños y niñas con TEA son la selectividad alimentaria basada en el tipo, textura o presentación y las conductas disruptivas.

Uno de los problemas más habituales en personas con TEA tiene que ver con la alimentación. Se estima que entre un 46 y un 89% de los niños y niñas afectados por este trastorno presentan hábitos alimentarios problemáticos.

Los hábitos alimenticios problemáticos pueden dividirse en tres categorías:

  1. Selectividad de los alimentos basada en el tipo, textura y presentación
  2. Rechazo alimentario
  3. Comportamientos disruptivos en las comidas

De estas dificultades de alimentación, las más habituales en niños y niñas con TEA son la selectividad alimentaria basada en el tipo, textura o presentación y las conductas disruptivas.

La alimentación selectiva es común en la infancia (la literatura recoge una prevalencia de entre un 13% y un 22% en los niños de hasta los 11 años). Sin embargo, los problemas de alimentación en los niños neurotípicos parecen diferir de los problemas de alimentación en los niños con TEA en aspectos importantes. Se describe un aumento de cinco veces en la probabilidad de que un niño con TEA tenga dificultades en el área de la alimentación en comparación con sus homólogos con desarrollo neurotípico, así como una ingesta inferior del número de alimentos y un mayor rechazo de alimentos. En comparación con los niños y niñas con desarrollo típico, los niños de edad preescolar con TEA consumen menos verdura cruda, pescado y huevos. Y en edad de primaria, consumen menos legumbres, verdura cruda, cítricos, queso, yogur y carne. Además, en las dos franjas de edad, el consumo de azúcar es mayor que en niños con desarrollo típico.

Arfid

El ARFID, cuando la selección de comida se convierte en trastorno

Estas alteraciones en la alimentación pueden contribuir a la presencia de obesidad infantil. Las personas con obesidad han mostrado problemas de atención, retención, inteligencia y flexibilidad cognitiva, en comparación con las personas con un índice de masa corporal dentro del intervalo normativo. Un mayor consumo de verduras y frutas puede ayudar a tener una mejor salud cognitiva y mental.

La evidencia emergente sugiere que los niños con TEA y selectividad alimentaria severa pueden tener un mayor riesgo de síndromes de deficiencia nutricional que no se observan con frecuencia en la población pediátrica general.

Además de la relación entre la restricción en la variedad alimentaria y la presencia de obesidad infantil, se han relacionado las alteraciones en la alimentación con mayores comportamientos repetitivos y rituales, conductas sensoriales y conductas internalizantes y externalizantes.

Causas de las dificultades alimentarias en personas con TEA

Se han descrito diversas causas que influyen en las dificultades alimentarias en personas con diagnóstico de TEA. Sharp et al. (2013), sugiere que existen factores médicos, biológicos, ambientales, parentales y de comportamiento que influyen en la selectividad alimentaria de esta población. Los trastornos gastrointestinales y las alteraciones sensoriales son dos de los factores más descritos como influyentes en estas dificultades.

Muchos niños con TEA sufren trastornos o síntomas médicos concurrentes que afectan el patrón nutricional. La prevalencia de sintomatología gastrointestinal en niños con TEA ha variado ampliamente del 9% al 84% (Wang et al., 2011) y esta clínica se ha descrito como factor influyente en las dificultades alimentarias de personas con diagnóstico de TEA.

La conducta alimentaria involucra a la totalidad de los sentidos (vista, tacto, gusto, olfato y audición). Más del 90% de los niños con TEA reportan comportamientos atípicos relacionados con los sentidos que pueden generar elevadas dificultades en la aceptación de alimentos.

Recomendaciones para las familias

Los protocolos de tratamiento con evidencia de efectividad aún están en las primeras etapas de desarrollo. Aun así, la literatura describe que los procedimientos de comportamiento mejoran las dificultades alimentarias en personas con dicho diagnóstico.

La mayoría de las intervenciones incluyen:

  1. Control de antecedentes y estímulos
  2. Sistemas de refuerzo
  3. La extinción de comportamientos disruptivos en las comidas
  4. Cumplimiento de las rutinas y hábitos de las ingestas

De igual manera, se describe que la respuesta de los cuidadores durante la hora de comer puede afectar al comportamiento inapropiado de las comidas.

Alteraciones conductuales

Gestionar las alteraciones de la conducta en niños y jóvenes con TEA

En la guía Estudio de las conductas alimentarias en el autismo. Guía para padres, publicada por Autism Speaks, se describen las siguientes recomendaciones para abordar esta problemática con los niños y niñas con TEA:

  • Establecer horarios y rutinas de alimentación.
  • Evitar que coma entre horas.
  • Estar sentado en un lugar y contexto cómodo.
  • Disminuir las distracciones.
  • Limitar el tiempo de comidas.
  • Involucrar al niño en la rutina alimentaria (compra, manipulación, elección del alimento…).
  • Premiar las conductas positivas.
  • Ignorar las conductas negativas.
  • Presentar alimentos que el niño no ingiere en este momento.
  • Presentar alimentos nuevos de forma atractiva y en pequeñas cantidades.

También puede resultar de interés la Guía de intervención ante los trastornos de la alimentación en niños y niñas con trastorno del espectro del autismo (TEA), publicada por la Federación Autismo Madrid, que recoge posibles causas, dificultades asociadas y algunas estrategias de intervención.

Teniendo en cuenta la elevada prevalencia de dichas dificultades, la comorbilidad con procesos gastrointestinales y la repercusión medicofuncional de una situación de nutrición inadecuada de larga duración, se pone en relieve la necesidad de realizar una valoración e intervención del patrón alimentario en las personas con diagnóstico de TEA, y realizar investigaciones que permitan evaluar la efectividad de programas de intervención que atiendan a personas con estas dificultades.