Señales tempranas del autismo
Los gestos, la mirada, el lenguaje...Los primeros rasgos del autismo se suelen detectar alrededor de los 12 o los 18 meses del bebé. Unas señales que aparecen de forma progresiva y sutil durante la primera infancia y a las que a menudo no se da la importancia que merecen. Por eso, muchas veces el diagnóstico llega más tarde, sobre los 3 o 4 años de edad.
Pero detectar estas señales tempranas del autismo cuanto antes y poder intervenir de manera precoz es fundamental para apoyar el desarrollo y mejorar la calidad de vida de los niño y niñas que tienen este trastorno del desarrollo. Para ello, es importante que tanto la familias, como las personas profesionales de atención primaria y la comunidad educativa conozcan cuáles son los indicadores más frecuentes del autismo en cada momento del desarrollo temprano (de 0 a 6 años).
SEÑALES DE ALARMA SEGÚN LA EDAD
Los niños y niñas con TEA presentan una alteración cualitativa en la adquisición de algunas habilidades específicas. Por eso hay que valorar los parámetros de desarrollo sociocomunicativo.
6 MESES
- Utilizan menos el contacto visual.
- Prestan más atención a los objetos que a las personas (visual y auditiva).
- Ausencia de sonrisa social en los intercambios con la persona cuidadora.
9 MESES (ADEMÁS DE CUALQUIERA DE LAS ANTERIORES)
- No siguen con la mirada un objeto familiar cuando la persona cuidadora lo señala.
- No hay intercambios relacionales con la persona cuidadora (sonidos, gestos, «juego del cucú»).
- No extienden los brazos de manera anticipada cuando alguien los coge.
12 MESES (ADEMÁS DE CUALQUIERA DE LAS ANTERIORES)
- No balbucean.
- No imitan gestos (como hacer adiós con la mano, dar palmadas).
- No señalan con el dedo para obtener un objeto fuera de su alcance, no muestran objetos para llamar la atención de la persona cuidadora ni establecen un contacto visual.
- Presentan patrones de movimiento extraños (estereotipias), hacen actividades en solitario (juegos de manos o dedos ante los ojos, balanceo).
- A veces parece que no sientan, o bien se muestran hipersensibles a algunos sonidos.
- Presentan particularidades motrices (hipotonía/hipertonía, hipoactivitat/excitación).
15 MESES (ADEMÁS DE LAS ANTERIORES)
- No establecen contacto visual cuando hablan con alguien o alguien les habla.
- No muestran atención compartida (compartir el interés por un objeto, actividad o por las otras personas).
- No responden de manera consistente a su nombre.
- No responden a órdenes sencillas.
- No dicen «papa» y «mama» con sentido.
- No dicen otras palabras con valor propositivo (16 meses).
- Presentan particularidades en el desarrollo de la reacción a las personas desconocidas (retardada o atípica: reacciones ausentes o pobres en las situaciones de separación o reencuentro).
18 MESES (ADEMÁS DE LAS ANTERIORES)
- No dicen ninguna palabra con valor propositivo (16 meses).
- No saben hacer juegos simbólicos con los juguetes (dar de comer a los muñecos, hablar por teléfono).
- Ausencia de juego imaginativo.
- No responden cuando se les señala un objeto (mirando, verbalizando, compartiendo el placer).
- No señalan objetos, verbalizan ni establecen contacto visual alternativamente entre el objeto y la persona cuidadora con la única intención de dirigir la atención de la persona adulta hacia el objeto (acción protodeclarativa).
- No llevan objetos a las personas adultas para mostrárselos.
24 MESES (ADEMÁS DE LAS ANTERIORES)
- No hacen frases de dos elementos.
- No muestran interés por los otros niños y niñas.
- Presentan una marcha y/o una motricidad peculiar (andar de puntillas, giros).
- Presentan conductas autolesivas (morderse, darse golpes).
- Hacen pataletas con mucha frecuencia, se resisten a los cambios ambientales.
- Se muestran muy hiperactivos, rebeldes, irritables, difíciles de consolar.
- Prefieren jugar solos de manera autosuficiente y son muy independientes
A PARTIR DE LOS 36 MESES
Como la detección es más tardía, conviene estar alerta a la presencia de alteraciones en las áreas siguientes:
Comunicación y lenguaje:
- Comprensión y aspectos comunicativos afectados en diferentes grados.
- Comunicación no verbal deficiente.
- Respuesta pobre o inexistente a su nombre.
- Argot sin valor comunicativo. Ecolalias (repeticiones) inmediatas o diferidas.
- Lenguaje empobrecido, agramatical y escaso. Inversión pronominal (se refiere a sí mismo como «tú, él o ella», habla en tercera persona).
- Lenguaje fluyente: literal, repetitivo, perseverando en determinados tópicos. Alteración prosódica (melodía inadecuada, entonación monótona).
- Regresión o pérdida.
Relación social:
- Imitación limitada.
- Carencia de reciprocidad.
- Están en su mundo, no hacen caso, van por libre.
- Carencia de reconocimiento o respuesta de felicidad o tristeza de las otras personas.
- Tendencia a la soledad, carencia de habilidades sociales, carencia de interés por los otros niños y niñas y por participar en juegos.
Juego:
- Ausencia o carencia de juego imaginativo (pueden hacer pequeñas imitaciones diferidas).
- El contenido simbólico del juego se sustituye por sus características personales, referido a un registro concreto sin contenido representativo (alinean o clasifican los juguetes de alguna manera, pero no los usan para la representación).
- Juegos o actividades que llaman la atención porque son muy repetitivos, persistentes, estereotipados, incluso obsesivos.
- Fijación inusual por determinados objetos/juguetes, que hacen girar.
Patrones de conducta e intereses repetitivos y restringidos:
- Fascinación por alguna de las características físicas de los objetos.
- Resistencia a los cambios de rutinas.
- Estereotipias (manuales, balanceo, giran sobre sí mismos, recorren una y otra vez el mismo espacio, abren y cierran puertas).
- Alteraciones sensoriales (tolerancia escasa a determinados sonidos, olores, gustos que afectan a los hábitos de la vida como la alimentación, la ropa).
- Comportamiento ritualista que se asemeja mucho a la conducta del trastorno obsesivo compulsivo.
SEÑALES DE ALARMA A PARTIR DE LOS 4-5 AÑOS:
Comunicación y lenguaje:
- Alteración del lenguaje. Melodía inadecuada, entonación monótona.
- Vocabulario inusual en la edad cronológica o restrictiva a un tema de interés.
- Lenguaje espontáneo escaso o reciprocidad escasa en la conversación.
- Ecolalias (repetición diferida de frases o palabras).
- Interpretación escasa de lenguaje no verbal.
Relación social:
- Dificultad o interés escaso por jugar con otros niños o niñas.
- Aproximaciones inapropiadas para jugar conjuntamente (pueden manifestar agresividad, interés por un juego de manera obsesiva, conductas disruptivas).
- Ansiedad o incomodidad en situaciones de cambio de rutinas.
- Dificultades para interpretar las reglas implícitas del juego.
- Interpretación literal de dobles sentidos o bromas.
- Contacto visual escaso.
- Muestran reacciones extremas ante la invasión de su espacio personal o mental (resistencia intensa cuando se les presiona con consignas diferentes a su foco de interés).
- Dificultad para entender los diferentes registros de la expresión emocional.
Conducta, intereses y actividades:
- Reacciones desproporcionadas ante pequeños cambios (rigidez).
- Ausencia de flexibilidad y juego imaginativo cooperativo, aunque pueden crear solo escenarios imaginarios determinados (copiados de los videos o dibujos animados).
- Juego solitario, repetitivo y con la misma secuencia.
- Hipersensibilidad sensorial (ansiedad ante algún ruido, prendas de vestir, etc.).
Con el objetivo de dar a conocer las principales señales tempranas del autismo a toda la sociedad, y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Atención Temprana, Autismo España, con la colaboración de la asociación Aprenem Autisme, ha elaborado el vídeo ¿Conoces las señales tempranas del autismo?.
Si las familias identifican estas señales o tienen alguna preocupación sobre el desarrollo de su hijo o hija, recomendamos que consulten con su profesional de la salud de referencia. La detección precoz es básica para poder intervenir lo antes posible y mejorar la calidad de vida de las personas con autismo.
Teléfono de la Esperanza 93 414 48 48
Si sufres de soledad o pasas por un momento dífícil, llámanos.