Cómo gestionar los pensamientos negativos del TCA
Resumen
Una de las características habituales del trastorno de la conducta alimentaria (TCA) es la facilidad con la que se generan pensamientos negativos. Si tienes un TCA o has pasado por ello seguro que sabes a qué pensamientos nos referimos: los que giran en torno a la comida, el peso, la imagen corporal, la personalidad, el deporte o las comparaciones. Son pensamientos que pueden llegar a ser muy incapacitantes en el día a día cuando alcanzan cierto nivel de frecuencia, intensidad o duración.
Los pensamientos negativos generan una espiral de malas sensaciones que se repiten constantemente, hasta el punto de producir agotamiento físico y emocional. No son deseados, son difíciles de detener y generan actitudes y conductas perjudiciales. Los pensamientos negativos consumen mucha energía y potencian nuevas ideas que fortalecen la mala relación con la salud, con los alimentos y con el cuerpo, afectando la autoestima y estado de ánimo.
La pregunta del millón es ¿se puede hacer alguna cosa para evitarlos?
Bien, evitarlos es difícil teniendo en cuenta que no son buscados sino generados por el propio trastorno. Realizar terapia psicológica es lo que te va a permitir superar estos pensamientos recurrentes, pero, mientras llegas a esta meta, puedes intentar llevar a cabo estrategias para darle la vuelta a estos pensamientos. Quizás no lo consigas a la primera, pero es importante que pruebes diversos métodos hasta encontrar el que te funciona a ti.
Maneras de gestionar los pensamientos negativos del TCA
- Dale la vuelta al pensamiento y genera un pensamiento alternativo que sea racional.
- Cámbialo por frases motivadoras y positivas.
- Utiliza técnicas de distracción.
- Anótalo en una libreta. Así, simbólicamente se «quedará allí» y no irá a más. Completa la anotación con algo positivo y que eso positivo deje pequeño a lo negativo.
- Distingue y acepta que son pensamientos del trastorno. Recuerda que tú no eres ese pensamiento y míralo con mucha distancia.
- Busca el apoyo de las personas de tu entorno. Realizar actividades y hablar de otras cosas te proporciona confort y acompañamiento.
- Es muy importante tener en cuenta cómo te hacen sentir esos pensamientos y qué influencia tienen sobre tu comportamiento. Si te condicionan o te hacen sufrir pide ayuda a profesionales especializados.
¿Los pensamientos negativos siguen, aunque estemos recuperados?
Cuando una persona se recupera de un TCA, es posible que tenga algunos pensamientos de forma puntual. En este momento lo importante es preguntarse: ¿qué consigo con este pensamiento? ¿cómo me hace sentir? ¿es real en comparación con lo que tengo a mi alrededor? ¿qué sería lo lógico? ¿cómo me quiero sentir yo? Es decir, analizar cómo te hacen sentir esos pensamientos y qué influencia tienen sobre tu comportamiento.
Una persona recuperada no debería experimentar de forma habitual estos pensamientos y, menos aún, sufrir por ellos o actuar en función de esos pensamientos. Si condicionan tu conducta o te hacen sufrir será necesario pedir ayuda a los profesionales especializados.
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